
La decadencia cultural de hoy en día, que no promueve el amor y la entrega, acarrea consecuencias nefastas, pongamos algunos ejemplos. Según la exhortación apostólica Amoris Laetitia: el individualismo exasperado desvirtúa los vínculos familiares y acaba por considerar a cada componente de la familia como una isla, que busca sus propios deseos y deja de lado el bien común. Además, menciona que las crisis matrimoniales frecuentemente se afrontan, de un modo superficial y sin la valentía de la paciencia, del diálogo sincero, del perdón recíproco, de la conciliación y también del sacrificio.
Ahora bien, el Catecismo de la Iglesia católica afirma que la familia es la célula original de la vida social y que, si esta no está bien formada, no podrá dar buenos frutos a la sociedad; y esta, es una realidad notoria, la familia está siendo atacada y necesita de armas para salir de esta indiferencia. La familia brinda autoridad y estabilidad a la persona y estos a su vez libertad, seguridad, fraternidad, que se reflejarán en el bien común. En cuanto al matrimonio, en la actualidad se tiene visto sólo con un fin procreativo, más tiene también un fin unitivo, creciendo en el amor y la ayuda mutua; buscando con ello, romper los esquemas del individualismo.
El llamado entonces está en formar familias sostenidas en la fe, así como lo indica el P. Fuentes en su libro “La violencia de la ideología de género: hacia el hombre fragmentado”, buscando salvar esa semilla. Por tal, no se debe esconder la fe, sino más bien cultivarla y compartirla; ya que, si los bienes espirituales se esconden y se dejan inactivos, se mueren, solo sobreviven si se las cultiva incesantemente (Amoris L.). Para ello, es necesario que la familia se haga evangelizadora de otras muchas familias y del ambiente en que ella vive (Exh. Ap. de S. Pablo VI “Evangelii Nuntiandi); siendo firmes a pesar de todos los ataques que se vienen dando; como la ideología de género y muchos más. Nuestro gran llamado está en formar conciencias, pero no sustituirlas.
¿Qué harás tú? ¿Serás un protagonista o indiferente ante esta realidad?
CPC Amilcar Ramos e Ing. Paola Molina
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